En marzo, un par de luchadores debutantes de la F-35A de quinta generación llegarán a Corea del Sur. Sobre eso informa TSAMTO con referencia a la agencia surcoreana Yonhap.
La cuestión de la entrega de combatientes de Texas a Corea del Sur se decidió en silencio, en privado, para no perturbar la calma en la península. Aunque algunos expertos creen que el punto no es el miedo a calentar las relaciones con Corea del Norte, sino la corrupción banal. Dicen que no fue sin el soborno por parte de representantes de la Administración Presidencial Park Geun-hye, quien en el verano de 2018 fue condenado a 25 años de prisión por delitos de corrupción en el puesto más alto del estado.
Recordemos que los cazas F-35 de quinta generación se desarrollaron en tres versiones: F-35A para la Fuerza Aérea (con despegue y aterrizaje estándar), F-35B para la Infantería de Marina (con despegue corto y aterrizaje vertical) y F-35C para la Armada utilizando la catapulta del portaaviones y el aterrizaje con el dispositivo de detención).
Los F-35 deberían convertirse en los principales combatientes de la primera mitad del siglo XXI en al menos 12 países del mundo: Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia, Turquía, Italia, Canadá, Noruega, los Países Bajos y Dinamarca, Israel, Japón y Corea del Sur.