El congreso norteamericano una vez más siembra el pánico. El otro día, los senadores del servicio de investigación señalaron la necesidad de analizar la capacidad de resistir las armas que se fabrican sobre la base de inteligencia artificial. Y con esta misma arma, Rusia y China supuestamente decidieron vencer a Estados Unidos. O al menos aplicarlo en una posible confrontación militar.
Como se indica en el documento del Congreso estadounidense, muchos países, especialmente Rusia y China, hacen un uso extensivo de las tecnologías de robótica, sistemas autónomos e inteligencia artificial, tanto en el campo civil como en el militar. Y los Estados Unidos están obligados a tomar medidas y responder adecuadamente a un asunto tan escandaloso. Los congresistas están especialmente preocupados por el desarrollo de ingenieros ruso-chinos para sistemas autónomos de armas letales. Y, por supuesto, tanto la Federación Rusa como la República Popular China, sin ninguna duda, utilizarán robots para destruir las instalaciones militares de los EE. UU. Por el lado ético del desarrollo de tales armas en ambos países no se paga prácticamente, sin atención.
Por cierto, tiene sentido recordarle que el funcionario de Moscú ha pedido en repetidas ocasiones una discusión internacional sobre el uso de sistemas de inteligencia artificial mortales. Pero los Estados Unidos simplemente ignoraron repetidamente estas propuestas.