Debes olvidarte de los joysticks y los exoesqueletos. En las operaciones militares del futuro participarán robots, los cuales son controlados por pensamientos humanos. En el Instituto Militar de la República Popular de China, los soldados están entrenados para usar auriculares especiales que decodifican los índices cerebrales para traducirlos en instrucciones para robots.
La primera demostración de una tecnología tan robótica, que puede controlar los pensamientos, se llevó a cabo en la Universidad de Ciencia y Tecnología de la Defensa. Los estudiantes pudieron hacer que los autos se movieran en la dirección correcta, así como girar la cabeza, mover las extremidades y recoger objetos.
El control de los robots se llevó a cabo a través de un sistema especial que conecta el cerebro y la computadora. Pero el jefe del operador llevaba un casco de goma con electrodos que detectan la actividad cerebral mediante electroencefalografía. La última tecnología fue creada en el laboratorio de la academia militar.
El primer desarrollo está diseñado para su uso en estructuras militares. Si bien la tecnología está en sus primeras etapas, en el futuro probablemente ayudará a usar robots en lugar de soldados durante los conflictos militares.
Según China News, en referencia al gerente del proyecto, hoy en día el número de pedidos exitosos es de alrededor del 70%. Esta institución ya se ha hecho famosa en todo el mundo por proyectos en el campo de las guerras de información.
Estudios similares en los Estados Unidos.
En los Estados Unidos de América, una tecnología similar se introdujo en 2017. La interfaz le permite detener mentalmente a la persona en un robot en tiempo real. Más tarde pudieron controlar el robot con la ayuda de pensamientos y gestos. En ambos casos, se utilizó un robot llamado "Baxter". Se planea proporcionar una versión funcional de la interfaz en la próxima conferencia sobre robótica en Pittsburgh.
El último desarrollo estadounidense funciona en un patrón similar con la versión china, utilizando electroencefalografía. Sólo se diferencia en que además tienes que mover las manos.