A disposición del ejército estadounidense aparecieron misiles electromagnéticos para derrotar a la electrónica. Más recientemente, se supo acerca de las armas que destruyen la electrónica del enemigo sin dañar a las personas y las estructuras. Anteriormente, esto solo podía ser presentado en trabajos de ciencia ficción. La Fuerza Aérea de los Estados Unidos confirmó que esta tecnología ya ha sido creada. Un misil de crucero aire-tierra de alta precisión llamado JASSM ayudará a desplegarlo. Este desarrollo se llevó a cabo en el curso del programa militar CHAMP.
Primeros estudios
En 2012, Boeing probó con éxito un emisor electromagnético, que desestabilizó e invalidó los equipos informáticos de un edificio. Según la información del representante oficial de la compañía Boeing, fue posible desactivar incluso las cámaras en el edificio.
El cohete fue instalado pistola electromagnética, que ataca con carcasas de microondas, afectando a todos los conectados a la red de equipos electrónicos. Las ondas electromagnéticas causan graves caídas de voltaje, después de lo cual fallan los componentes electrónicos.
El gerente de proyecto Keith Coleman explicó que el desarrollo abre nuevas posibilidades para librar la guerra. En un futuro cercano, la tecnología podrá desactivar la electrónica del enemigo antes de que aparezcan la fuerza viva y la tecnología.
Arma nueva
Según el recurso de Internet Foxtrot Alpha, el desarrollo abre la era de las armas completamente nuevas. El misil JASSM, creado por Lockheed Martin, es ideal para interactuar con CHAMP, que te permitirá usar esta arma en varios aviones militares.
"Toda la funcionalidad de esta tecnología ya está disponible hoy. Este es un complejo de trabajo, que está en manos de nuestra Fuerza Aérea táctica", compartió información Thomas Masiello, trabajando en el laboratorio científico de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos de América.
Los expertos creen que existe la posibilidad de una nueva carrera de armamentos, que obligará a la mayoría de los países a crear sus propias armas electromagnéticas. Y el hecho de que los países occidentales sean muy dependientes de la electrónica los hace mucho más vulnerables.