El Ejército de los Estados Unidos comenzó a probar el exoesqueleto ONYX desarrollado por Lockheed Martin. Es compatible con la parte inferior del cuerpo humano y puede facilitar enormemente la vida de un soldado durante marchas forzadas complejas, cruces en las tierras altas. Los ingenieros de la compañía de desarrollo creen que en el futuro su invención será útil no solo para los militares, sino también para los trabajadores de las industrias pesadas, así como para las personas que han sufrido lesiones del sistema musculoesquelético.
Tal "dispositivo" no convertirá a un soldado de infantería ordinario en un superhéroe, sino que le agregará resistencia y fuerza. Si un soldado promedio puede realizar 26 sentadillas con un peso de 84 kg, entonces usando el traje exacto, realizará este ejercicio fácilmente 72 veces.
Exoesqueletos: ficción que llega a nuestras vidas.
Por primera vez, el escritor estadounidense Robert Heinlein describió un exocostista en su novela de culto "Star Troopers". A los militares les gustó esta idea, pero solo pudimos abordar su implementación práctica en los últimos años.
ONYX es un sistema electromecánico controlado por computadora que distribuye de manera óptima la carga durante un período de mayor actividad física. Esta no es la primera experiencia de Lockheed Martin en esta área: el desarrollo anterior de la compañía se llamó Human Universal Load Carrier y apoyó a todo el cuerpo. ONYX cubre solo las piernas y la parte inferior de la espalda, lo que hace que este exoesqueleto sea más fácil y ahorra significativamente la energía de la batería. Como norma, dura entre 6 y 8 horas de trabajo.
El diseño es ajustado al cuerpo y no impide el movimiento en absoluto. Es adecuado para realizar cualquier tarea, en lugar de una lista específica de ellas, lo cual es una seria desventaja de tales productos. El exoesqueleto es controlado por la inteligencia artificial, que lo ayuda a "predecir" los movimientos futuros del huésped y actuar al unísono con la persona.
El ejército de los EE. UU. Ahora está probando el ONYX en condiciones que son muy similares al alivio de Afganistán. Si bien no estamos hablando de la conclusión del contrato, porque el trabajo en el exoesqueleto todavía está en curso y aún no está claro cuánto costarán. Pero otra cosa es bastante obvia: las tecnologías que antes se consideraban fantásticas ya están entrando en nuestras vidas. Lo más probable es que, en unos pocos años, los exocosuits comenzarán a entrar en los ejércitos del mundo y luego encontrarán su aplicación en el "ciudadano".